Aplicaciones térmicas
La producción térmica puede enmarcarse en una escala de usos que sería la siguiente:
· Calderas o estufas individuales utilizadas tradicionalmente en los hogares.
· Calderas para bloques o edificios de viviendas, equiparables en su funcionamiento a las calderas habituales de gasóleo C o gas natural, que proveen a las viviendas de calefacción y agua caliente.
· Redes de calefacción centralizada (district heating).
Las redes de calor y agua caliente llegan no solo a viviendas y urbanizaciones, sino también a edificios públicos, centros deportivos, complejos comerciales e incluso industrias.
Las industrias agroforestales normalmente aprovechan sus residuos para la producción de calor y, en ocasiones, se acompaña de producción eléctrica (cogeneración con biomasa).
Aplicaciones eléctricas
La aplicación eléctrica de la biomasa sólida contribuye a la estabilidad de la red de distribución, dada su capacidad para proporcionar al sistema eléctrico garantía de suministro a cualquier hora del día, independientemente de las condiciones meteorológicas.
Planta de generación eléctrica en Miajadas. (Cáceres). Foto: Acciona.
Cogeneración
La cogeneración es el procedimiento mediante el cual se obtiene simultáneamente energía eléctrica y energía térmica útil (vapor, agua caliente sanitaria, hielo, agua fría, aire frío…). Una planta de cogeneración genera a la vez calor y electricidad (por cada unidad de electricidad genera aproximadamente dos unidades de calor).
La cogeneración con biomasa permite acercar la generación eléctrica y térmica a los centros de producción, reduciendo pérdidas de transporte y evitando la construcción de nuevas plantas de energía convencional que suministren esa demanda eléctrica y térmica.
El óptimo técnico de aprovechamiento de biomasa es en este tipo de procesos, donde se obtienen producciones eléctricas entre el 15 y el 20 % y aprovechamientos térmicos del calor generado que alcanzan una eficiencia total del 80%.