· Mejora la movilidad en el monte.
· Disminuye el peligro de incendio y de plagas.
· Mejora el crecimiento y calidad del arbolado.
· Aumenta la capacidad de aprovechamiento de otros recursos forestales.
· Facilita el resto de labores selvícolas.
· Favorece la regeneración natural de la masa forestal.
· Mejora el hábitat de muchas especies de fauna silvestre.
· Mejora la calidad paisajística del monte.