La discriminación laboral por motivos de género sigue constituyendo un fenómeno muy extendido y de difícil erradicación a nivel global. Un problema que aún está lejos de resolverse pese a los esfuerzos legislativos realizados para combatir la discriminación a diferentes niveles, y que afecta a todos los países independientemente de su grado de desarrollo social o económico.

Acceder al mercado laboral y desarrollarse profesionalmente en un plano de igualdad, se convierte en una opción prácticamente imposible si nos referimos, además, a mujeres que pertenecen a minorías étnicas. Diferentes estudios e informes realizados en lugares tan dispares del planeta, como el Reino Unido o América Latina, nos alertan sobre este grave problema de discriminación múltiple.

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) está elaborando una guía para la promoción de la Diversidad Étnica en el lugar de trabajo, en la que, a través de auditorías en diversidad étnica, políticas a favor de la diversidad y asesoría en sensibilización y capacitación del personal, pretende poner freno, de forma prioritaria, a este gravísimo fenómeno de doble discriminación.