Este pueblo siempre ha vivido con el estigma de la falta de agua.  Antes de constituirse la Comunidad de Regantes, el agua que había se subastaba al mejor postor y siempre se le sacaba el máximo rendimiento a cada gota de agua.  Llegó un momento que, además de poca, se estaba salinizando y dañando las plantaciones, lo que la hacía no apta para el riego.

En los primeros años de los ochenta, se juntaron algunos agricultores empresarios y se empieza a forjar la creación de una Comunidad de Regantes.  En el año 1.983 se constituye legalmente la Comunidad de Regantes, no exenta de grandes dificultades tanto legales como políticas.  En estas fechas hay que reconocer el coraje de los comuneros de esta Comunidad de Regantes que apostaron por ella sin ninguna garantía de agua y sin ayuda pública, poniendo mucho dinero sin saber si llegaría o no el agua.

En ese año se inaugura el Trasvase Tajo Segura en su tramo final, por el Ministro de Obras Públicas y la Comunidad de Regantes empezó a tener permiso de peaje para pasar agua a través del canal ese mismo año, gracias a una cesión de agua de la Comunidad de Regantes de Cartagena.

Una vez consolidada la Comunidad de Regantes, se van adoptando medidas muy importantes como son la adquisición de pozos en El Esparragal, ejecución de una red de tuberías y embalses, la compra de pozos en Calasparra y Moratalla, la construcción de desaladoras, etc. Una parte de estas obras fueron subvencionadas con el 40% por la Junta de Andalucía. Todas estas actuaciones hacen que la Comunidad de Regantes de Pulpí se consolide como una solución a la necesidad de agua y se articule un tejido empresarial que genera trabajo, tecnología y riqueza en la zona.

El crecimiento de la agricultura devenido por la estabilidad conseguida en el agua provocó un aumento en el consumo del recurso que volvió a poner a prueba a la Comunidad de Regantes en una etapa en el que las existencias de agua subterránea iban disminuyendo. Para dar una solución a la problemática del agua, esta Comunidad inició los primeros pasos para traer agua del Negratín unos diez años después de su constitución, posteriormente se unió toda la Comarca, creándose la Junta Central de Usuarios de Aguas del Valle del Almanzora a través de la cual se ha gestado todo el proyecto del Trasvase del Negratín-Almanzora en el que toda la Comarca se encuentra involucrada y que hoy es una realidad que está permitiendo sobrevivir en un entorno de sequía acusada.

En esta transcendente obra de trasvase hemos de resaltar el enorme esfuerzo de D. Lorenzo Belmonte Navarro, Presidente de Honor de la Comunidad de Regantes de Pulpí, que dedicó sin descanso casi 20 años a posibilitar una obra que serviría para consolidar el futuro de toda la comarca.

Además de los periodos secos vividos en la Cuenca del Segura en la que nos encontramos, la sequía también acecha a nuestra vecina Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, comprometiendo el trasvase del Negratín-Almanzora. Ante la incertidumbre sobre la garantía del recurso, hemos recurrido a recursos desalados.

Esta comunidad es una de las primeras del país que ha apostado por la desalación y venimos recibiendo agua desalada desde 2012 de la Desalinizadora de Águilas-Guadalentín, la cual tiene prevista una ampliación. Otros recursos desalados con los que estamos trabajando para conseguir proceden de la desalinizadora del Bajo Almanzora (pendiente de reparación tras la riada de 2012) y de las desaladoras de Torrevieja y Valdelentisco.

Tener garantía suficiente de agua de calidad y suministrarla al cultivo es el objeto de la Comunidad, una lucha constante que nos motiva cada día.